María de la Luz Uribe, humor y creatividad
07 marzo 2024 1:03 pmPor Pablo Espinosa
Chungungo y Fundación La Fuente presentan Colección creadoras de la literatura infantil chilena. Cuatro autoras que podrás conocer a través de cuentos, poesía, talleres y canciones. En el siguiente artículo, te contamos más sobre María de la Luz Uribe, escritora y compositora que escribió alrededor de treinta libros para niñas y niños. [Créditos portada: Ekaré Sur]
María de la Luz Uribe (1936-1994) escribió canciones, obras de teatro y alrededor de treinta libros para niñas y niños, casi todos ellos ilustrados por su esposo, el ilustrador y caricaturista también chileno Fernando Krahn (1935-2010). “La autora no es gimnástica / poética ni práctica. / Es sólo un poco rítmica, / humorística y dramática”. Así se autodefinió María de la Luz Uribe en su libro Cuentecillos con Mote (Editorial Universitaria) y sus palabras parecen muy apropiadas. Escribir en rimas parecía algo natural para ella y en sus argumentos solían repetirse dificultades, situaciones dramáticas digamos, pero que siempre lograban resolverse con humor y creatividad. “Valoro sobre todo la parte lúdica y humorística como herramienta para aportar ideas y conceptos que permitan reflexionar al niño”, comentó Krahn, la pareja creativa de Uribe, en una entrevista el año 2008.
Este es el caso, por ejemplo, del cuento Doña Piñones (Ekaré Sur). “Estera y esteritas / para contar peritas, / estera y esterones, / para contar perones. / Esta era una vez / una viejecita / llamada María / del Carmen Piñones. / Y esta viejecita / vivía asustada, / todo lo temía, / todo la espantaba”, escribe Uribe al comienzo del relato. Doña Piñones, que vivía asustada, logra finalmente viajar con los cuatro vientos, gracias a la amable visita de un niño que le explica el insignificante origen de sus miedos. Algo similar ocurre en el cuento La señorita aseñorada, musicalizado por Charo Cofré en 1972 e incluido en el disco infantil Tolín Tolán. En este caso, la señorita aseñorada que no dejaba de llorar, cambia el llanto por risa, debido a las gracias de un divertido joven.
María de la Luz Uribe estudió Educación de párvulos en la Universidad de Chile e interesada en la educación Montessori, recibió una beca de perfeccionamiento en Italia. Al comienzo de su carrera escribió textos para adultos, como los ensayos sobre la cultura italiana La comedia del arte (1961) y Cesare Pavese (1966), ambos muy celebrados por la crítica chilena de la época. Apasionada por el teatro, colaboró como secretaria con Pablo Neruda en la traducción de Romeo y Julieta, de Shakespeare. Tempranamente mostró también interés por las obras para la infancia, a lo que con mayor entusiasmo se dedicaría, y en 1964 hizo una adaptación de Pedrito y el lobo, de Serguéi Prokófiev, que fue presentada por el grupo Ictus.
“Nadie se preocupa de llenar esa inmensidad de imaginación que los niños poseen, y que ellos están ansiosos de poblar de seres que les sean amables, buenos, graciosos… y también malos y mal intencionados, para enfrentarlos con los buenos y lograr que estos últimos triunfen”, dijo Uribe en una entrevista con Graciela Romero, explicando las intenciones de sus obras infantiles.
Uribe, casada desde 1966 con Krahn, en 1973 se exilió en España, con la ayuda de una beca Fulbright obtenida por su esposo. Allí, gracias a la hospitalidad de ambos, su hogar se convirtió en el lugar de encuentro de otros creadores chilenos residentes en Europa, como Jorge Edwards, José Donoso y Nemesio Antúnez. En España, Uribe siguió escribiendo y Krahn ilustrando sus historias y en 1983 ambos obtienen gran notoriedad por su libro La señorita Amelia, sobre una señorita amante de la naturaleza, ganador del premio español Apeles Mestres a obras infantiles; y en 1985, también en España, ganan el Premio Austral de la Literatura Infantil por su libro Cuenta que te cuento.
Pese a su prolífica producción y a haber conseguido importantes premios, el nombre de Uribe todavía se ha mantenido en un segundo plano en las letras chilenas. Sus libros, sin embargo, afortunadamente gozan de buena salud y es posible encontrar en librerías títulos como El viaje (Recrea), Historia del uno (Planeta), Bernardo y Canelo (Ekaré Sur), Quita y Pon (Loqueleo) y Cuentecillos con mote (Universitaria). En esta vitalidad ha contribuido indudablemente el programa televisivo Tikitiklip, del año 2005, que recuperó las narraciones de Uribe para una nueva generación con videos musicales animados, inspirados en artesanía chilena.
Entre los cuentos de Uribe musicalizados por Tikitiklip, hay uno que resume muy bien la confianza de Uribe en el arte y la infancia, publicado inicialmente en el libro o Cuenta que te cuento (Juventud), sobre un rey de papel muy preocupado por su frágil reino: “Si alguien quiere nos arruga; nos puede hasta romper, o tirarnos, o quemarnos porque somos de papel”. Una niña de visita en este curioso reino, logra ayudar al rey con solos dos cosas: una idea y lápices de colores.
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