Más que Ciencia Ficción: El Ciberpunk

El ciberpunk se sitúa como concepto en la década de los años 80’ y es considerado un subgénero de la Ciencia Ficción que llega para rejuvenecer lo que hasta entonces conocíamos, alcanzando una popularidad a nivel mundial que abraza corrientes como la literatura, el cine, juegos de videos y rol, como también la música.

Etimológicamente el Ciberpunk es una combinación de palabras, entendiendo el “Ciber” y el “Punk” como dos elementos centrales. En ese sentido lo “Ciber” tiene que ver con una revolución informática, alto control de los sistemas de información y la existencia de inteligencia artificial, mientras que lo “Punk” se relaciona como elemento de contracultura donde el individuo está por sobre la sociedad, rechazando las formas gubernamentales y de orden establecidas.

Bajo estos parámetros nos encontraremos con elementos comunes y fáciles de distinguir, en primer lugar, los hechos se sitúan en mundos distópicos, donde los antiguos Estados de Bienestar fueron diluidos por los poderes influyentes de las grandes corporaciones, el post industrialismo está latente y la alta tecnología sopesa en la oscuridad de un mundo decadente. En segundo lugar, y como consecuencia de lo anterior, la calidad de vida es paupérrima, la sociedad tiene muy bajos por no decir miserables estilos de vida, los niveles de corrupción son altísimos y la delincuencia no cesa. En tercer y último lugar, los escenarios ya no serán las grandes potencias mundiales como lo fueron Estados Unidos o Europa sino que nos trasladamos al continente asiático específicamente Japón o China, aunque los escenarios pueden trascender del mundo como lo conocemos y trasladarnos a alguna luna cercana, un nuevo planeta o bien mundos construidos en grandes transbordadores espaciales.

Así, nos encontramos con un rico mundo de experiencias límites, donde lo punk, casi al borde de lo anárquico, se mezcla con estados de percepción adulterados, experiencias simuladas, identidades robadas y la convivencia con ciborgs, en atmósferas asfixiantes donde la decadencia es máxima y el individuo está en constante lucha con sus propios fantasmas versus estás megalópolis. El Ciberpunk nos llega como una revelación llevando a los límites la Ciencia Ficción.

A continuación hemos elegido tres obras en el cómic y el manga para acércanos a este subgénero, los elegidos son Saga (2012) Brian K. Vaughan, Akira (1988) Katsuhiro Otomo y Ghost in the Shell (1989) Masumune Shirow.

Saga – Brian K. Vaughan & Fiona Staples
Por: Rosario Medina

Publicada por Image Comics de modo mensual, con un éxito comercial arrollador y respaldada por la crítica, Saga es una serie de cómics cuya trama desarrolla una realidad distópica que bien podría ser una crítica a los conflictos sociales y políticos actuales. Los elementos autobiográficos de Brian K. Vaughan, guionista de cómics norteamericano, están presentes de modo constante, según sus propias palabras: Saga muestra el mundo fantástico que imaginó en su niñez, así como la experiencia de convertirse en padre.

En sus protagonistas reconocemos a Romeo y Julieta, no obstante en el mundo de Vaughan no hay un final trágico pues de la unión de Alana y Marko, dos amantes pertenecientes a razas extraterrestres rivales, surge un nuevo comienzo, la hija de ambos Hazel. Dentro de un mundo convulsionado y en permanente conflicto, los padres tendrán la difícil tarea de resguardar a su primogénita. ¿Llegará la pequeña Hazel a convertirse en una adulta?

Fiona Staples, dibujante de origen canadiense, es la encargada de dar forma al mundo fantástico de Vaughan del cual solo recibe descripciones muy acotadas dando lugar a un trabajo creativo más libre que desprende la afinidad entre guionista y dibujante. Staples no solo dibuja, sino también colorea y rotula la obra.

Los guiños a reconocidas obras de Ciencia Ficción y Épica como La guerra de las galaxias, El señor de los anillos y Juego de tronos están presentes en Saga de modo constante. Para lectores que gustan de la ciencia ficción y distopía Saga es la invitación perfecta para divertirse con un guion de muy buena calidad dibujado con maestría y virtuosismo. Un imperdible.

Akira – Katsuhiro Otomo
Por: Nicole Jara

Para muchos, Akira (1988) de Katsuhiro Otomo es considerada como la obra maestra de la animación japonesa. Basada en el manga de seis volúmenes del mismo autor, esta película significaría la apertura del anime al mundo occidental, pues dentro del concepto de películas animadas de esa época, no existía nada parecido a Akira. El público estaba frente a una historia violenta, bizarra, compleja y que, evidentemente, no pretendía ser para niños.

A treinta años de la tercera guerra mundial que bombardeó a Japón, se reconstruye Neo-tokyo, una ciudad con un estado policial sumamente tecnológica pero donde presenciamos una sociedad quebrada por la opresión, violencia y corrupción. Hay grupos callejeros que se enfrentan para adquirir poder, Kaneda es el adolescente líder de una banda de motociclistas que junto a sus amigos intentan ganar territorio. Una noche mientras se enfrentaban a una pandilla rival -uno de sus miembros- Tetsuo, sufre un accidente provocado por un niño psíquico que se ha fugado de las dependencias del estado. Las autoridades llegan al lugar en busca de este singular niño y se llevan a un herido Tetsuo con ellos, posteriormente descubrirán el potencial psíquico que posee el pandillero e intentarán mantenerlo cautivo.

Sin embargo, los experimentos que el gobierno ha probado en Tetsuo, comienzan a provocarle alucinaciones y a revelar sus poderes psíquicos. Sus inseguridades como la envidia y resentimiento por su amigo Kaneda, salen a la luz mermando lentamente su estabilidad mental. En su búsqueda por el poder absoluto, Tetsuo decide encontrar a Akira, sin saber que aquello lo lleva rápidamente a la destrucción.

Ghost in the Shell – Masamune Shirow
Por: Bárbara Orellana

Al adentrarnos en el mundo del Ciberpunk resulta imposible no pensar de inmediato en la franquicia de Ghost in the Shell, original del japonés Masamune Shirow, publicada por primera vez en 1989. El argumento central se basa un futuro cercano específicamente en el Hong Kong del 2029 que ha sido abatido por varias guerras mundiales, donde la tecnología ha superado al hombre por sobre sus propias capacidades, los robots ya no son tema y estos han adquirido capacidades humanas nunca antes vista, por su parte los humanos tienen la posibilidad de implantarse dispositivos cibernéticos a su cuerpo convirtiéndolos así en ciborg. Lo único que diferencia una máquina de un ser humano es su propio espíritu, siendo este último el valor más preciado en esta nueva sociedad, es así como los criminales tendrán por objetivo hackear las almas o el “Ghost” de quienes lo posean. Bajo este panorama nos encontramos con la protagonista Matoko Kusanagi, líder de la  Sección de Seguridad Pública N° 9; policía secreta del futuro con cualidades físicas extraordinarias las que le permitirán desempeñarse en sus labores de manera impecable. Matoko es parte de un experimento donde su cerebro, al ser ella una niña, fue fusionado con elementos computacionales, ya que este fue extirpado para ser agregado a un nuevo cuerpo totalmente mecánico.

De esta manera, la agente especialista en misiones anti terrorista se adentrará en la búsqueda y captura de un peligroso hacker, sin embargo en esta misión se enfrentará constantemente a sus propios fantasmas que la llevarán a cuestionarse sobre su identidad.

Ya han pasado más de 25 años desde su primera versión sin embargo, este icono del Ciberpunk ha sido de gran inspiración para muchos que decidieron reinventar la marca contando hasta hoy con tres mangas, tres películas (más una que está por estrenarse durante 2017), cinco series de televisión y tres videojuegos, manteniendo todos estos formatos la misma esencia y nivel de calidad del original. Sin lugar a duda, si deseas adentrarte al mundo del Ciberpunk, Ghost in the Shell es una parada obligada, en todos sus formatos encontrarán los elementos centrales de este subgénero de la Ciencia Ficción que estoy segura a todos nos remece un poco al cuestionarnos sobre nuestro futuro como humanidad.